El fenómeno conocido como ósmosis se produce cuando el agua del mar penetra de forma inminente en el casco de una embarcación, filtrándose a través del gelcoat y la resina y formando una especie de ampollas en el casco.
Es común que se produzca en aquellas embarcaciones que tienen cierta edad y pueden estar algo más deterioradas, pero una solución a tiempo puede hacer que recuperemos la embarcación y quede en perfecto estado.
Hoy en día, la ósmosis se puede identificar y solucionar a tiempo, realizando un tratamiento específico y comprobando periódicamente la humedad relativa contenida en el casco.
¿Cómo se forma la ósmosis?
Los barcos de resina laminada están cubiertos con una capa protectora llamada gelcoat. Aunque le proporciona al casco este lado liso, no es completamente hermético. Con el paso de los años, pierde su estanqueidad y permite que el agua se filtre en el casco para entrar en contacto con la resina de poliéster y formar ácido acético. Este fenómeno se llama hidrólisis.
El agua se mezcla con los componentes solubles del laminado, creando un líquido más concentrado en el interior que en el exterior del gelcoat. La presión hace que aparezcan ampollas en el casco que, una vez perforadas, permiten que salga un líquido que desprende un fuerte olor a vinagre.
Este fenómeno irreversible afloja las fibras y deslamina las capas de laminado, dañando la estructura del barco. El fenómeno de hidrólisis hace que la resina y el tejido se degraden y que el agua se transforme en un disolvente combinado con las moléculas de poliéster. En el peor de los casos, la fibra de vidrio puede pudrirse y hacer que el casco se rompa o se perfore, lo que provoca el hundimiento del barco.
Si crees que tu barco, puede estar sufriendo ósmosis, no dudes en comentárnoslo. Podemos hacer una valoración y hacer un presupuesto personalizado sin compromiso.